El boom pandémico de las bicicletas ha llegado para quedarse

A estas alturas probablemente ya sepas que la pandemia creó un enorme boom del ejercicio en casi todo el mundo, con las bicicletas como punto central. Durante 2020 y en muchos lugares escasearon las bicicletas nuevas, y algunas tiendas las agotaron por completo.

En ese entonces nos quedamos con la duda de si se trataba de una moda más de ese año, pero los nuevos datos indican que ésta nueva popularidad del ciclismo podría perdurar. Y ahora que la mayoría de las restricciones son historia, quizás hasta entremos en otro boom.

El boom pandémico de las bicicletas ha llegado para quedarse

¿Por qué se vendieron tantas bicicletas?

Tras el primer levantamiento de las restricciones, ocurrió algo extraño. En los países donde se aplicaron de forma estricta, la actividad aumentó previsiblemente hasta alcanzar niveles elevados. Pero luego se estancó en la línea de tendencia normal o por debajo de ella.

En los países donde fueron más permisivos, el número de usuarios disminuyó un poco, pero se mantuvo constantemente por encima de la media esperada.

A diferencia de los países que limitaron el ejercicio al aire libre en primavera, las actividades al aire libre en los países con cierres menos estrictos se dispararon y se mantuvieron relativamente altas.

Según psicólogos deportivos la manera en cómo formamos los hábitos nos ofrece algunas ideas. Cuando te recuperas de estar encerrado, estás desesperado por salir a la calle. Siempre nos excedemos en lo que podemos hacer, y esos hábitos no son sostenibles.

Además, los hábitos suelen tardar unas ocho semanas en formarse. Cuando el contexto de nuestra vida diaria cambia, tenemos que volver a aprender nuevos hábitos.

El interés por las bicicletas económicas

En los primeros meses de la pandemia, la demanda se vio impulsada por bicicletas de uso ocasional. Las bicicletas más económicas, las estacionarias, y las que son para niños volaron de las estanterías. Todo lo que estuviera por debajo de 500 euros desaparecía.

Justo cuando el salto en las categorías casuales comenzó a desvanecerse, las categorías de entusiastas de mayor precio empezaron a aumentar. El gravel ya era uno de los segmentos más populares para la industria de la bicicleta, pero la pandemia lo sobrealimentó.

Las bicicletas de montaña y las urbanas/de fitness, vieron incrementos de dos dígitos en junio. En verano, el interés siguió aumentando en las bicicletas familiares, pero los mayores incrementos se produjeron en las categorías de mayor precio.

El mercado de las e-bikes está madurando

En medio de todo este ir y venir, una categoría se mantuvo fuerte: las bicicletas de asistencia eléctrica, cuyas ventas aumentaron casi un 200%. Lo que estamos viendo es la maduración del mercado de las bicicletas eléctricas, con precios bajando en la gama media, y una tecnología más sofisticada.

También hay mucha más variedad hoy en día, y no sólo en las bicicletas eléctricas. Tanto si se trata de una bicicleta eléctrica como de una versátil bicicleta de grava, la industria de la bicicleta está satisfaciendo muchas más necesidades, de forma mucho más específica, que antes.

¿Hacia dónde se dirige esta tendencia?

Los datos muestran pocos indicios de que el auge se frene, aunque el invierno 2021-2022 ha visto un pequeño receso. Ahora estamos en esa fase en la que los minoristas están reponiendo existencias, pero en muchas categorías, tan pronto como una bicicleta llega, se vende

Si esos posibles compradores son pacientes, el boom de ventas podría seguir una trayectoria similar. Pero los altos precios de los combustibles, provocados por el conflicto ruso-ucraniano, podrían dar un reimpulso a esta tendencia.

Los desafíos a las cadenas de suministro siguen ahí, así que solo podemos sentarnos a ver qué nos depara este 2022, que comienza tan agitado. El lado positivo es que hay un montón de nuevos amigos con los que montar bicicleta.